TDDEA
DESREGULACIÓN DISRUPTIVA

Vive Libre
El Trastorno Disruptivo del Estado de Ánimo (TDEA) se caracteriza por estallidos de temperamento frecuentes e intensos en un niño que son desproporcionados a la situación. Estos estallidos de temperamento ocurren más de tres veces por semana. Para ser diagnosticado, el niño también debe mostrar un estado de ánimo irritable en diferentes entornos, con padres, maestros y compañeros. Si bien es normal que los niños a veces estén de mal humor, los niños con TDEA pasan días en un estado de irritabilidad o enojo. Es esa irritabilidad crónica intercalada con accesos de rabia lo que caracteriza el trastorno y ocurre con una provocación mínima. Puede ser algo tan insignificante como que se les pida que se pongan los pantalones incorrectos lo que puede provocar una rabieta. Los niños con TDEA parecen experimentar las emociones con más intensidad que otros y también muestran déficits en la regulación emocional. A menudo, sus comportamientos conducen a relaciones tensas con aquellos que están en su círculo social, incluyendo familiares, maestros y amigos. Es importante tener en cuenta que el TDEA no se diagnostica antes de los 6 años, cuando las rabietas son apropiadas desde el punto de vista del desarrollo. Si las rabietas y la irritabilidad duran más de unas pocas horas, puede ser un signo de manía, que está asociada con los Trastornos del Espectro Bipolar.
TRATAMIENTO
El tratamiento del TDEA en The Anxiety Center comienza con una evaluación funcional del comportamiento para descubrir la secuencia típica de eventos que conducen a los estallidos, junto con la determinación de las consecuencias más comunes. El terapeuta trabajará con la familia del niño para extinguir los estallidos, al mismo tiempo que refuerza respuestas más adaptativas a través de un proceso llamado manejo de contingencias. Esto se llevará a cabo teniendo en cuenta la intensidad de las emociones que el niño necesitará aprender a manejar y regular. Para hacerlo, se incorpora a menudo al programa de tratamiento la capacitación en habilidades de la Terapia Dialéctica Conductual, según corresponda, y puede incluir mindfulness, regulación emocional, tolerancia a la angustia y eficacia interpersonal. Estas habilidades también se enseñan a los padres como una forma de aumentar estilos de respuesta consistentes en el hogar, al tiempo que ayudan a crear un entorno más validante para el niño.






